sábado, enero 21, 2006

Recuerdos de elemento

Duele, duele verte, arden los ojos de observarte tan vacía, tan llena de nada, tan incompleta. Y caminas, te observo, voy viendo tu camino, lo hacen las piedras, lo marca el tiempo, lo deja aislado, solo, sin cielos.
Cuéntame qué es lo que existe detrás de aquélla ave que caía en la arena estrellada por la sal y el agua. Dime si podrémos volar alguna vez, si dejarémos la necesidad de seguir en pie. No somos nada, eso lo sabemos, no queremos nada, eso lo sabemos, no tenemos nada, eso lo sabemos. El conocimiento no te da la seguridad de posibilidades, sólo la certeza de permanencia. ¿Qué es ese olor a fetidez que tras tus obras aparecen frente a mi?
Dicen que nadie puede vernos, que el verde opaco del jade nos protege, que la tierra, el barro que nos cubre, nos tapa como la piel de la serpiente entre las hojas caídas al suelo. Dicen que el maíz que nos forma hace que el aroma de carne se pierda, se vuelva planta, de vuelva aire y madera.
¿Escuchas la voz de la marea? ¿Ves el camino que se forma en la selva? ¿Tocas al jaguar sin miedo? ¿Hueles a la piedra sin encanto?
Somos únicamente alas de colibrí, veloces y frágiles, fuertes y hermosa, débiles y pequeñas, eternas y fébriles.
Somos piedras nada más. Somos el escupitajo del que cree ser poseedor de la verdad, del mal amigo, del mal andar, del mal sueño, del mal intelectual. Somos el enemigo del que todo posee, del que en la miseria vive, del que nunca puede regresar. Somos recuerdos, somos libertad, somos los últimos sueños, somos lo verdaderos, los de nunca, los de ayér.
Somos piedra de jade y jaguar.

No hay comentarios.: