domingo, agosto 07, 2005

Camino contrariado

Como tú dijiste que sería, la vida se vuelve más fácil con el tiempo. Es como me dijiste, la historia se vuelve más corta, no hay héroes en el espacio, no hay pena o gloria. Simplemente me pierdo en la jungla de tu conocimiento, en la fuerza de tus brazos, en el sudor de tu cuerpo. Es imposible considerar el movimiento de las estrellas sin un suspiro tuyo.
Dime porqué no puedes dejar a la discípula dormida, dime porqué no puedo quitar mis ojos de su rostro, de su sonrisa. Camino, esperanzado a descansar bajo tu arbusto, el que se extiende como pared alrededor de tus sueños. Camino, camino, asecho, me sumerjo en tu sangre ebria de sal, en tu agua llena de aceite, en tu contrariedad.
Porqué no puedo perderme en mi propio aliento, en mi propia forma, en mi sombra. Porqué si digo tu nombre sueno como un fanático, porqué te pareces tanto a los demás. Contemplo mi partida siempre, me precipito al abismo del olvido, a donde todos caen por algún tiempo, a donde todos viajan para impresionar. Dime la manera correcta de hacerlo, dime cómo me entrego al tiempo.
Me acerco, lo creo, lo presiento, percibo la puerta verde que lleva al paraíso, y aunque aún no encuentro el jade irrompible, creo que entraré y tomaré lo que me corresponde.

1 comentario:

Abe dijo...

Sera porque la deseas...Bueno el del cuento, cualquiera que se sienta de tal manera..s