sábado, agosto 20, 2005

Camino del indio

La eternidad de las luces, antorchas que móviles simplifican el camino, entre la espesura de la noche y la frescura de la brisa. Súper estructuras que se conmueven ante el pequeño creador, impresionado de su creación, la hípervía de asfalto, como vereda entre los cerros se une, se bifurca en algún punto donde no todo converge.
Creaciones que superan a los autonombrados dioses, contextos unidos por personas más no por naciones, camino a Santa Mónica, noche impetuosa, singular alegría entre los castillos falsos de las luces artificiales, conocimientos solitario encerrado en sus jaulas de concreto, pergamino perdido, el crepúsculo habitado, la soledad mi compañía, la música el sistema de defensa, la imagen el resultado.
Bendita ciudad de los Angeles, bendito camino a Santa Mónica que bello eres cuando a tu dueño he olvidado.

1 comentario:

Abe dijo...

En realidad creo que hay mucha influencia de las historias epicas en tus palabras mi macehual, pero lo haces chido...